¿Somos incapaces de imaginar alternativas noviolentas?
En primer lugar, os invitamos a ver el siguiente vídeo sobre los monos, los plátanos y la escalera. Nos hace pensar que muchas de las cuestiones básicas que aceptamos sin ningún tipo de cuestionamiento o revisión las hemos heredado sin conocer su origen ni las circunstancias que las originaron. Simplemente nos dedicamos a replicar lo que otros hacen y a ignorar comportamientos diferentes. Esto acaba creando, a nivel social, comportamientos culturales que acaban siendo únicos, sin posibilidad de alternativa. Es lo que Utopía Contagiosa en su libro «Política noviolenta y lucha social» denominó paradigma de dominación-violencia. Nuestro habitual conformismo hace que ni siquiera seamos capaces de imaginar comportamientos alternativos, dentro del paradigma de cooperación-noviolencia.
Sabemos que la historia no tiene base real, no existió parece dicho grupo de científico que hicieron el experimento, y aquí habría que invocar el dicho de que «se non è vero, è ben trovato«.
Si prestamos atención a las luchas noviolentas se multiplicarán, pero si no lo hacemos desaparecerán
Julia Bacha se dedica a filmar ejemplos de resistencia noviolenta de palestinos e israelíes para poner fin al conflicto violento que les azota desde hace décadas. En el siguiente vídeo (os recordamos que en la parte inferior hay que activar los subtítulos si no entiendes inglés) explica que a pesar de sus esfuerzos de divulgación la realidad es que la lucha noviolenta, que está muy activa en Palestina, no se conoce en el extranjero, es decir, no existe para nosostros. Su tesis es bien sencilla, nuestra falta de atención y difusión de las actividades noviolentas evita que tengan éxito.
La resistencia noviolenta palestina existe y es muy activa. Occidente, al no darle publicidad la convierte en inexistente. Lo que le falta a la noviolencia palestina es la cooperación occidental.
Bacha pone un ejemplo: la lucha de un pequeño pueblo palestino llamado Budrus, muy cerca de Tel Aviv, en el camino a Jerusalén. Israel había diseñado la partición de la población construyendo un muro que provocaría su aislamiento. Los líderes locales realizaron una campaña noviolenta contra dicho muro, en 2003, y en ella participaron tanto palestinos como israelíes. (Película documental en inglés e información sobre ella y sus premios en wikipedia). Budrus fue un éxito tras 10 meses de lucha pacífica y el gobierno de Israel tuvo que desplazar el muro fuera de sus tierras hacia la línea verde, que es la frontera internacionalmente reconocida.
Los medios de comunicación occidentales no dieron relevancia ni seguimiento a esta noticia y ello tiene consecuencias, según Bacha para el presente y futuro de la noviolencia en el conflicto palestino-israelí. Bacha aboga por transformar la noviolencia en un comportamiento funcional, útil, que se replique en la comunidad internacional. Opina que dar mayor seguimiento y atención a las luchas noviolentas en Oriente Medio supondrá que en el futuro esté más cerca la paz: la pelota está en nuestro tejado.