Son muchos los enfoques que se le pueden dar a una noticia de actualidad. Pero cuando 5 enfoques distintos apuntan al despropósito, la noticia acaba convirtiéndose en un escándalo.
Despropósito 1: el gobierno español decide mandar a Ucrania 10 tanques Leopard 2 modelo A4
Esto significa que España va a colaborar activamente (ya lo venía haciendo) en la guerra. Ciertamente no enviamos soldados, por ahora, pero sí material militar ofensivo. Con esta política estamos colaborando en hacer que la guerra se cronifique y que, lejos de ayudar aparentemente a Ucrania, ésta va a seguir sufriendo bajas humanas y materiales de mucha envergadura, quedando el país en la miseria y endeudado con Occidente por las armas y otros productos que les estamos entregando.
La política de desangrar poco a poco a Rusia tan sólo tiene un beneficiario: EE.UU.
La alternativa pacífica sería que España apoyase y propiciase esfuerzos diplomáticos para parar la guerra. Además, España debería poner en marcha políticas activas de apoyo a aquellos que desertan y critican la guerra en ambos bandos. También se deberían usar los millones de euros, se calcula que 100 millones ya, que se llevan gastados para apoyar el mantenimiento guerrero en políticas de ayuda a las ongs que trabajan sobre el terreno atendiendo a heridos y personas necesitadas. De cara al futuro, se deberían potenciar políticas de negociación, conciliación y convivencia entre los oponentes además de contribuir, sin gasto para Ucrania ni negocio para Occidente, en su reconstrucción.
El primer despropósito es condenar a Ucrania a ser carne de cañón para la política militarista occidental.
Despropósito 2: el gobierno español que decide ayudar en la cronificación de la guerra está compuesto por 3 partidos de “izquierda”: PSOE, Unidas Podemos e Izquierda Unida
¿Dónde quedó el pacifismo de las izquierdas? ¿Por qué cuando se llega al poder lo primero que se traiciona son los ideales de paz?
Ciertamente, tanto la ministra Ione Belarra como la vicepresidenta Yolanda Díaz han criticado la medida:
“Es el momento de liderar la vía diplomática”, ha reclamado la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, antes de advertir de las “imprevisibles” consecuencias de la nueva entrega, que también ha rechazado Izquierda Unida. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha evitado el choque directo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al abogar por una “posición estratégica autónoma” en Europa “a favor de la paz”, aunque ha calificado la medida de “salto cualitativo” en una “posición armamentística que causa enorme preocupación en la sociedad española y europea”.
“Muchos expertos nos están alertando de que el despliegue de los Leopard solo contribuiría a la escalada bélica y podría tener una respuesta imprevisible y muy peligrosa por parte de Rusia”, ha manifestado Belarra durante unas jornadas sobre los avances y retos en derechos sociales en España. “La paz nacerá negociando y desescalando y es ahí donde deberíamos encontrar a España. La paz es condición de posibilidad para cerrar la brecha de desigualdad y garantizar los derechos sociales en Europa”, ha subrayado durante un discurso preparado de antemano.
Estamos de acuerdo con Belarra, como decía Gandhi: “no hay camino para la paz, la paz es el camino”. Fuera de los esfuerzos de paz no hay coherencia. Y esto es lo que pierden Podemos e Izquierda Unida (el PSOE ya la perdió hace muchas décadas). Y lo peor es que lo pierden cuando han llegado al gobierno y parece que dentro del mismo no hay lugar para la paz.
Querer llegar a la paz mediante el uso de los tanques es totalmente incoherente y un segundo despropósito.
Despropósito 3: remilitarizamos la política exterior española
Las declaraciones pacifistas del actual gobierno de “izquierdas” se las lleva el viento. Pero no sus hechos que remilitarizan nuestra política exterior y nos hacen ser, a ojos de cualquier otro gobierno, intervencionistas, militaristas y violentos.
Recordamos que España, hasta el momento, por lo menos, ha entregado a Ucrania 100 millones de € en materiales diversos:
- 40 blindados M113
- 1 ambulancia blindada RG-31 Nyala
- 6 cañones OTO Melara MOd 56 de 105 mm
- 1 batería MIM-23 Hawk
- 1 batería Aspide
- 5 misiles antibuque Harpoon
Pero, además, España ya tenía una política militaristas, intervencionista y violenta en la región porque España tiene desplegados en Letonia:
- 6 Leopard 2 E
- 14 Pizarro,
- 15 TOA,
- 1 Unidad de Defensa Antiaérea,
- 1 batería NASAMS,
- vehículos de combate de zapadores,
- misiles contra carro Spike,
- 1 dron Raven y
- 650 militares.
El tercer despropósito es el cinismo de nuestra política internacional que deja a la vista del mundo entero que, por un lado hablamos de paz, y por el lado contrario militarizamos los conflictos internacionales.
Despropósito 4: el gasto para “arreglar” los Leopard 2 es totalmente desproporcionado
Según parece España va a mandar 10 Leopard 2 modelo A4 a Ucrania. Dichos Leopard tienen una historia muy curiosa:
- Los primeros 108 Leopard 2 A4 que tuvo España fueron en calidad de alquiler desde 1995 hasta 2001. Luego se prorrogó el alquiler hasta 2005.
- Llegó un momento en que el gobierno alemán elevó drásticamente el precio del alquiler. Quería pasar de las 850.000 pesetas anuales que costaba el alquiler de cada tanque a multiplicar el precio en 20 veces.
- Al final, en 2006, España compró por 15.124.014 € los 108 tanques. De esta remesa provienen los 10 Leopard que España va a ceder a Ucrania.
- Entretanto, en 1998 el gobierno español llegó a un acuerdo para la fabricación de 219 carros de combate Leopard 2E, 16 vehículos de recuperación Leonardo 2 ER Búfalo y 4 vehículos de entrenamiento. Todo ello por un presupuesto de 1.939’4 millones de €. Dichos Leopard fueron entregados entre 2004 y 2008.
- De los 108 A4, 54 se encuentran en el Regimiento de caballería Alcántara 10 (Melilla) y en el Regimiento de caballería Montesa (Ceuta). El resto están desactivados y almacenados, desde 2012, en la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 de Casetas (Zaragoza). La idea inicial era su transformación en vehículos especiales de zapadores y en vehículos lanzapuentes, lo que finalmente nunca se materializó y tras una década de almacenamiento su estado se ha deteriorado. De estos Leopard almacenados se sacarán los 10 que irán a Ucrania.
A parte del despropósito político y humanitario que es el envío de material militar, habría que prestar atención al despropósito que va a costar arreglar los 10 tanques, 4’1 millones de €. Cada uno de estos tanques nos costaron 140.000 € cuando los compramos en 2006. Los 10 vinieron a costar 1’4 millones de €. Y “arreglarlos” ahora va a costar 3 veces más por unidad que lo que fue su precio de compra. Otro ejemplo más de despilfarro militar.
Despropósito 5: el contrato para arreglar los lamentables Leopard 2 españoles es “poco transparente”
El contrato está gestionado por la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico del ejército (MALE), el órgano responsable del mantenimiento de los tanques.
Para empezar, el expediente no menciona que estos carros Leopard 2 A4 sean los que se van a enviar a Ucrania. Tampoco menciona el número de tanques a reparar.
Sin embargo,
sí deja claro que esta licitación queda excluida de la Ley de Contratación del Sector Público en los ámbitos de la defensa y Seguridad, de conformidad con el artículo 7.1b, por el que se establece que una licitación puede gestionarse sin seguir los trámites habituales para “la protección de intereses esenciales de la seguridad”. Este artículo, cuya aplicación no es muy frecuente, permite negociar directamente con una determinada empresa, sin necesidad de lanzar concurso y revelar las condiciones y detalles del mismo.
Curiosamente, el contrato irá, previsiblemente, a Santa Bárbara Sistemas, que ya está trabajando en los Leopard. Los arreglos se están realizando en Alcalá de Guadaíra, Sevilla.
Además, el Ejército de Tierra ya está adiestrando a 55 militares ucranianos en Zaragoza en el manejo de los Leopard 2 A4.
Por lo tanto PSOE, Unidas Podemos e Izquierda Unida continúan con su cinismo habitual en temas de Defensa y con las malas prácticas cuando se trata de temas de contratación:
- Invocar “la protección de intereses esenciales de la seguridad” es evidentemente una exageración y una mala praxis que deja al gobierno en un muy mal papel.
- Igualmente, es muy poca la transparencia del contrato, sin publicidad de condiciones y detalles. Claramente, el Gobierno quiere engañar y hacer las cosas de tapadillos, consciente de que no obra bien.