PARA UNA HISTORIA DEL MOVIMIENTO DE OBJECIÓN DE CONCIENCIA AL EJÉRCITO. IDEAS, DEBATES, DOCUMENTOS, ORGANIZACIÓN, REPRESIÓN, ACCIONES, LOGROS, ALTERNATIVAS
En marzo de 1980 sale a la luz el primer número de Oveja Negra, impulsada por algunos miembros del MOC, preocupados por ofrecer información y orientación al creciente número de objetores que se incorporaban o acudían al MOC. Se nutre de las ideas antimilitaristas y noviolentas que habían ido surgiendo en los años 70 con la objeción de Pepe Beunza, la influencia de las ideas pacifistas europeas, del argumentario de los objetores de Can Serra y de la propia reflexión del MOC. Nace con la pretensión de ayudar a los objetores a librarse no solo del sometimiento al desprestigiado ejército español, sino también a buscar alternativas de defensa y construir sociedades noviolentas.
Cuando surgió Oveja Negra hacía poco más de cuatro años que habían salido del calabozo del Castillo Militar de Figueras los objetores de Can Serra y algo menos todavía del primer Servicio Civil de Tetuan, en Madrid. Hacía poco más de dos años que Gutiérrez Mellado había promulgado el decreto de incorporación aplazada para los objetores, lo que permitió que muchos jóvenes se acogieran a esta oportunidad de librarse del servicio militar, facilitando a la vez la organización del MOC.
Cuando salió Oveja Negra, llevávamos casi dos años con la Constitución aprobada y el PSOE ya había abandonado las tesis marxistas acaudillado por Felipe González, que sólo tardaría dos años más en llegar al gobierno, no sin antes ser testigo del 23 F de 1981, el golpe de estado más conocido entre los constantes ruidos de sables que caracterizaron a la transición. Aunque fueron momentos de gran ebullición de ideas y proyectos, fueron también momentos de represión y violencia política, con movimientos armados como ETA, GRAPO o Terra LLiure, sin olvidar el terrorismo de Estado que se consolidaría con el GAL.
Por su aspecto formal, hay claramente dos etapas en la revista. La primera, hasta el nº 15, es una publicación artesanal, con picado a máquina de clichés, que se insertaban en una multicopista, componiendo cada revista hoja a hoja. Un esfuerzo enorme que creemos mereció la pena pues era lo que estaba en nuestras posibilidades, con una ilusión enorme pero con recursos económicos muy limitados. La segunda etapa va del nº 16 hasta el 39, ya con otro formato más legible y más fácil de componer. También cambia el diseño de la portada, sacando a la misma el índice y otros aspectos técnicos, cambiando el subtítulo que pasa de «Revista de información y debate del MOC» a «Por una alternativa noviolenta», pero no cambia el fondo ni los objetivos. Cada número consta de una editorial sobre la actualidad del momento, informaciones, noticias, artículos y agenda. Con frecuencia la revista incorpora una parte central monográfica sobre un tema que consideramos importante en se momento. Además de algunos monográficos sobre objeción de conciencia publicamos monográficos sobre Noviolencia y Mundo Laboral, Educación para la paz, Antimilitarismo. OTAN, Gasto militar, Resistencias civiles, Militarización de las mujeres, o sobre alternativas de vida como El Arca. Ciertamente hoy no escribiríamos lo mismo pero no cabe duda que abrió caminos de lucha y reflexión junto a otros proyectos antimilitariustas y noviolentos en otros puntos del estado. Quizá uno de los aspectos formales más llamativos es la falta de lenguaje inclusivo, producto de un momento, lo que da buena cuenta de los avances del feminismo y la necesidad constante de aprender y renovarse.
Económicamente siempre tuvimos economía de subsistencia. Comenzamos vendiéndola en las reuniones del MOC, en las charlas y actos en colegios mayores y otros espacios de acogida, en el rastro… Pronto comenzamos a ofrecerla por suscripción, enviándola por correo. A lo largo de los casi 10 años que duró Oveja Negra hubo un nucleo que permaneció, variando a lo largo del tiempo las distintas personas colaboradoras. Siempre dimos más importancia al contenido que a las personas que escribíamos o coordinábamos, por lo que sólo aparecen los nombres. Para quienes estaban dentro del MOC sabían quienes éramos, para quienes estaban fuera no queríamos dar más información. Tampoco pusimos ningún interés en en salvaguardar la propiedad intelectual de nuestro trabajo, por eso en cada número aconsejábamos que se copiara y difundiera por todos los medios.
Como todo ser vivo, Oveja Negra nació, creció y murió. Diferentes proyectos de vida, de trabajo, de pareja…hacen que el equipo motor se disperse y se dificulte el trabajo, hasta morir dulcemente por inanición. Murió a las puertas de un capítulo épico de la objeción de conciencia: La Insumisión, que acabó con el servicio militar obligatorio, aunque no pudo acabar con el ejército.
Se adjuntan índice y portada de alguna de la revistas publicadas.