Pacifismo no es Neutralismo.Contra Anne Appelbaum


La propaganda de guerra y la deslegitimación de quienes nos oponemos a ella presentada por El País al publicar este artículo escandaloso de Anne Applebaum va más allá de la noble tarea de facilitar las distintas opiniones a una sociedad plural. La opinión y crítica contenida de Pedro Oliver, profesor titular de Historia Contemporánea en la UCLM, y estudioso de la objeción de conciencia y la insumisión al ejército, ayuda a romper este pensamiento único militarista con que nos axfisian. Dada su gravedad, y aunque se vea borroso, subimos a estas páginas el artículo integro de Anna Applebaum.

PACIFISMO NO ES NEUTRALISMO (CONTRA ANNE APPLEBAUM)

Pedro Oliver Olmo

La famosa y brillante periodista Anne Applebaum, en El País de hoy (1 de diciembre de 2024), a lo largo de tres páginas largas y mientras redoblan los tambores que quieren naturalizar la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, con el fin de ofrecer argumentos contra el «pesimismo», afirma que «el pacifismo ante Putin es una trampa rusa».
Applebaum se explaya con un ejercicio archiconocido de renovación de tópicos militaristas contra el PACIFISMO. Defiende la opción belicista (en curso y en proyección) contra Rusia, siendo consciente, se supone, de que ese camino no es el único y, por lo demás, conlleva riesgos de gran destrucción e incluso de apocalipsis nuclear.
En un tono intelectualmente chantajista, el propio de quien evoca un relato histórico que la historiografía sabe que contiene más matices que los que ella entresaca de la «sabiduría convencional» de los lugares comunes, y evocando citas de gente célebre y autorizada por haber sufrido situaciones límite, como las que vivió el novelista Thomas Mann, Anne Applebaum desprecia y criminaliza las opciones antibelicistas, acusándolas -en efecto, acusándolas- de «pacifistas». Afirma que se trata de «pacifistas objetivamente prorrusos», lo que en estos tiempos nos recuerda inevitablemente a quienes acusan de antisemitismo cualquier crítica contra el gobierno de Israel y más aún el genocidio que está perpetrando en Gaza. Acabáramos. Este tipo de desfachatez intelectual es insoportable y descalifica completamente a quien la practica sin rubor y prepotencia, aunque se trate de una periodista especializada y una magnífica escritora.
No sabe Applebaum, o quizás no quiere distinguir, los diferentes «pacifismos», desde el institucional al antimilitarista. Dentro de su despreciado pacifismo, así, sin matices, desmenuza groseramente rasgos de algo que en todo caso y con rigor podríamos denominar NEUTRALISMO, el cual, en efecto, puede ser o meramente miedoso o muy interesado y escapista o incluso una señal de algo peor, una actitud sospechosamente -«objetivamente», prefiere ella decir- favorable a los agresores, en este caso el putinismo imperialista de Rusia contra Ucrania. Por supuesto, nada dice Applebaum, qué va a decir, del pacifismo político antiguerra y valientemente comprometido que no solo se manifiesta retóricamente contra la guerra, sino que proporciona herramientas para la mediación al tiempo que ayuda a prófugos, desertores, objetores, huidos y refugiados.
No se puede disculpar tanto desprecio. Llamar a la guerra es cosa muy seria para ponerse tan ufana asustando y despistando a la vez. Estamos en 2024 y a estas alturas los reduccionismos no pueden ser otra cosa que mera propaganda de sí mismo y de políticas interesadas (¿»objetivamente» favorables al militarismo y el armamentismo?), aprovechándose de un protagonismo mediático y editorial en este asunto forzado e inmerecido.
El discurso antipacifista es una trampa militarista y un ejercicio de indigencia intelectual.

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https://elpais.com/ideas/2024-12-01/el-pacifismo-ante-putin-es-una-trampa-rusa.html

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