Propuesta Antimilitarista en el Parlamento Español. 1997.

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Juan Carlos Rois.

Remito un texto con un documento que Utopía Contagiosa elaboró y presentó en la Comisión Mixta Congreso Senado para la profesionalización de las fuerzas armadas en 1997, donde proponíamos un proceso de transarme para cambiar el modelo de defensa.

RECUPERAR LA MEMORIA: CUANDO EL PARLAMENTO ESCUCHÓ UNA «PROPUESTA
ANTIMILITARISTA ALTERNATIVA AL MODELO MILITAR DE DEFENSA
»

Durante el año 1996, y cuando el imparable impacto de la insumisión en la sociedad abrió evidentes fisuras en la capacidad de respuesta punitiva y represiva del Estado frente a la disidencia antimilitarista, el gobierno de Aznar aceleró el proceso de profesionalización del ejército. Para ello se valió de la constitución de una Comisión Mixta Congreso-Senado con el encargo de elaborar una ponencia “para la plena profesionalización de las fuerzas armadas”, que debería servir como teórico foro de debate parlamentario y lugar de consenso que justificara la supresión del servicio militar y la adopción de un modelo de ejército profesional y no de
conscriptos.

La Comisión se constituyó el 15 de octubre, según se refleja en los Diarios de Sesiones correspondientes y se disolvió el 9 de junio de 1998. Participaron en ella 41 miembros entre diputados y senadores (15 del PP, 13 del PSOE, 3 de IU, 2 de Convergencia, y uno por cada uno de los partidos PNV, Coalición Canaria y Grupo mixto). De ellos 4 eran mujeres y 37 varones, lo que nos permite comprobar un primer sesgo de género más que elocuente. De los 37 varones, al menos 36 hicieron el servicio militar (alguno incluso con fuertes vínculos de juventud en Falange y otros grupos militaristas). También alguno de los parlamentarios participantes habían tenido responsabilidades en el Ministerio de Defensa, entre ellos el exministro Suárez Pertierra, y otros eran diplomados en Altos Estudios
Militares gracias a su pertenencia a la Comisión de Defensa, como Marsal (PSOE) y Meyer de IU (este último nos lo confesó en algún momento): Todo ello nos permite además comprobar un segundo sesgo no menos elocuente que el primero: una comisión militarista al 100%.

Se designaron cuatro redactores que deberían elaborar el texto final que fue sometido a aprobación: Fernández de Mesa, por el PP, Marsal por el PSOE; Mayer por IU y Campuzano por Convergencia. Para su funcionamiento se celebraron 23 sesiones de trabajo y se propusieron comparecencias de 54 expertos que informaran sobre distintos aspectos. El listado de expertos es abrumador y, de nuevo, muestra el sesgo militarista de la propuesta. De los 54 expertos propuestos, 21 fueron miembros del Ministerio de Defensa o del ejército. Otros 2 eran miembros de la industria militar (más del 40%). A ello se juntó la propuesta de 9 representantes de países “amigos”, 3 representantes de otras administraciones (el Defensor del Pueblo, el Ararteko vasco y la directora del CIS), 3 expertos de universidades y 16 personas de la “sociedad civil” (29%).

Es en ese contexto en el que el 13 de junio de 1997 Pepe Ambrona, de Utopía Contagiosa, presentó ante la Comisión Mixta el informe, “Análisis crítico desde la perspectiva pacifista del nuevo modelo de Fuerzas Armadas” (71 páginas), que es el documento que aquí presentamos. En el anecdotario de la sesión se encuentra el enorme cabreo del presidente de la Comisión, el señor de Mesa, que incluso apagó le micro para que no se escuchara la exposición antimilitarista, que para él era un insulto. No fue la única anécdota. Quienes nos habían invitado y propuesto no estaban allí cuando Pepe acudió a emitir su informe.

Pero, anécdotas al margen, el documento propone cinco líneas criticas al modelo de defensa que la Comisión Mixta tenia la misión de aprobar y aplaudir, y una alternativa radical a todo ello. Las líneas de crítica, que se desarrollaron y argumentaron en el documento, son las siguientes:

1) La sociedad civil está privada de soberanía en temas de defensa y no es tenida absolutamente en cuenta:
2) Desde el MInisterio de Defensa se está publicando un debate de mero señuelo para emboscar la verdadera y oculta reforma.
3) La legitimación moral y práctica con las que argumenta el Ministerio la reforma en lo concerniente a la política de exteriores es nula desde su raíz.
4) El aspecto económico de la propuesta ministerial descansa sobre la insolidaridad interna y exterior. Por ello es contraria al interés público de conseguir un
desarrollo humano sostenible.
5) El Ministerio de Defensa, previendo las dificultades de colaboración que va a encontrar en la población para enrolarse en el ejército profesional propone un amplio programa de ventajas económicas y sociales (con los que comprar la colaboración) que tiene un cariz de claro agravio para el resto de la población.

Pero el informe no se limitaba a desenmascarar la reforma que buscaba militarizar más a la sociedad, sino que proponía un proceso alternativo conducente a superar el militarismo y suprimir sus estructuras. Los diputados y senadores que escucharon la intervención, fieles a su ideología militarista y a su papel de mero aplauso del consenso desde arriba sobre el ejército, no fueron permeables a sus planteamientos y desde luego, no se sintieron nada cómodos con la crítica.

El texto, de hace mas de 25 años, merece la pena ser releído, tanto como recuperación de memoria del antimilitarismo y sus propuestas, como por la actualidad que gran parte de la crítica que se les hizo en sus propias narices a los representantes del consenso militarista sigue siendo oportuna y válida.

Antimilitarismo-en-el-parlamento-1997-Indice-y-propuesta-noviolenta

NOTA: Con las flechas que aparecen al pinchar a la izquierda en la línea inferior de la portada del documento se accede solo al Índice y a las últimas páginas, en que se presenta , en la PARTE III, un planteamiento alternativo desde la Noviolencia al modelo de Defensa Militar.

Al documento completo se accede desde el enlace https://drive.google.com/file/d/1JdAGWdSx-66DJlLbscmelDmoBMHHa8n8/view?usp=sharing

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