Las colas del hambre por el COVID-19, nuevo ejemplo de resistencia civil noviolenta


Capítulos previos de resistencias civiles:  GhanaZambiaMozambiqueArgeliaEgiptoIránPalestinaBirmaniaBangladésPapúa OccidentalHungríaPoloniaKosovo, Estados UnidosCubaThink Tank Ghana y Lucha contra la corrupción, Brasil.

Este artículo es, también, un homenaje a todas aquellas personas que durante y tras el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ayudaron a mitigar el hambre y otras necesidades a amplias capas de la población en España y en todos los países del mundo.

Llevamos casi una veintena de ejemplos de resistencia civil noviolenta traducidos.  Hemos recorrido muchos lugares de América, Asia, África y Europa constatando que la noviolencia no es una excepción, sino que ocurre de manera preparada y espontánea en todos los lugares del mundo.  El problema es que no se le suele dar difusión y suelen caer todos estos ejemplos en el olvido.

¿Qué ocurre en el Estado Español, aquí no hay ejemplos relevantes de resistencia civil noviolenta?   Seguro que sí.  Esta es una primera propuesta que vamos a concretar en Leganés, que es lo que conocemos más directamente, pero que somos conscientes de que ocurrió en todos los municipios españoles y mundiales. 

¿Es un buen ejemplo de resistencia civil noviolenta?  ¿Conocéis más que puedan ser investigados y publicados?

María J. de la Vega © Rafa Martín

Entrevisto a María de la Vega para hablar del movimiento ciudadano que en Leganés en 2020 y principios de 2021 luchó contra el hambre y la desatención municipal originados por el confinamiento debido al COVID-19.  María de la Vega es parte de la Red de Ayuda Mutua de Leganés compuesta por:

Además, las siguientes entidades apoyaron recaudando fondos:

  • Comunidad Educativa del IES Siglo XXI
  • IES Butarque
  • CP Joan Miró
  • CP Luis de Góngora
  • AMPA CP Manuel Vázquez Montalbán
  • AMPA CP Víctor Pradera
  • FRAVM (Federación Regional de Asociaciones vecinales de Madrid)
  • Smash The Covid19
  • Nadye (Banda de rock)
  • Asociación APORTA
  • TRF. PRODUCTOS FAVESAN SL
  • San Nicasio Distrito Rock
  • AMPA Escuela de Música
  • Banco de Alimentos Infantiles
  • TRF. Sindicato OOVV del Sur de Madrid CGT
  • Sindicato CC.OO.
  • TRF. Productos FAVESA, SL
  • Trabajadoras y trabajadores de Correos
  • Trabajadoras de la limpieza de El Corte Inglés
  • Trabajadores de AIRBUS
  • Podemos Leganés
  • ULEG

Y, por último, habría que mencionar a una larga relación de vecinos y vecinas que han contribuido y continúan contribuyendo solidariamente a través de la RED y del Proyecto Ciudadano del Menor.

  • Hola, María.  Como te comenté, esta entrevista es la primera de la que esperamos que sea una serie de artículos para documentar ejemplos de resistencias noviolentas en el Estado Español.  Últimamente venimos publicando los lunes, en el blog Alternativas Noviolentas, traducciones de resistencias noviolentas de África, Asia, Europa, y América, pero no encontramos muchos ejemplos de resistencias noviolentas en el Estado.  Por ello hemos decidido empezar a investigar con el objeto de documentar su existencia.  Como somos un blog pacifista, mi primera pregunta es si has tenido relación con el movimiento pacifista.
  • Participé en el movimiento anti-OTAN y las campañas contra las bases militares.  Las campañas de OTAN NO, BASES FUERA.
  • ¡Qué bien perdimos ahí! …
  • Hemos perdido siempre muy bien.  No nos hemos quedado nunca a medias tintas.  Perdemos muy bien.  Y eso te da una cierta resistencia para militar (…)  Militando, pienso que el movimiento más pacífico en el que he militado es el feminismo y en los apoyos personales a la objeción de conciencia.  El problema es que si ya no se lucha contra las bases, que parece que está todo asumido, si ya no se lucha contra la OTAN, …  Pero lo que está sucediendo ahora mismo daría para un movimiento pacifista amplio en nuestro país y en Europa contra la guerra y contra todo ese dinero que se está desviando a las armas en lugar de dedicarlos a luchar contra la crisis.  Y el no entrar en la guerra, que parece que nos están empujando despacito, sería importante para la recuperación del movimiento pacifista.  Y los partidos de izquierda no han puesto el grito en el cielo, ni armas ni bagajes en la denuncia de la guerra.  También tiene que ver con la traición de los intelectuales, cito a Julien Benda, un filósofo francés que escribió un libro titulado “La traición de los intelectuales” (1927) en el que denunciaba a los intelectuales de su época por su militarismo. 

Esta guerra en Ucrania me parece un conflicto provocado y buscado por Occidente (Estados Unidos, Europa, la OTAN) que han roto los acuerdos con Rusia, han llevado a la OTAN a la puerta de Rusia, y han hecho todo lo que sabían que había que hacer para que Rusia entrara en guerra.  Y no salvemos a Rusia por eso.  Me parece que en los dos lados hay una culpa importante, una responsabilidad que se ha buscado conscientemente.  Empezar a apoyar a Ucrania con armas, a pesar de que los propios militares españoles dijeron que eso no iba a ser más que prolongar la guerra.  Al final las armas se venden más y la OTAN crece, que es una política que a EE.UU. le viene perfecta.  Y después a por China.

Por eso te digo que me parece un crimen de lesa humanidad por parte de la izquierda porque es prioritario que los recursos no vayan a la OTAN y vayan a la población, que es prioritario poner a la paz por encima de los intereses económicos.  Además, ¿qué democracia estamos defendiendo en Ucrania?

  • Y, ¿soluciones?
  • ¿Cuál sería la solución para evitar todo esto?  De entrada, la política existe para evitar la guerra.  Si hay una guerra, significa que es el fracaso de la política.  Entonces, entiendo que no se han hecho los esfuerzos políticos necesarios y se ha entrado en el juego. 

Se debería haber impuesto el discurso de la desobediencia civil contra la guerra, de la resistencia.  Ese sería el camino. 

No este camino de silenciosa aquiescencia o miro para otro lado.  Echo mucho de menos que la gente preparada, organizada o no, no los esté poniendo en primera línea.  Es que hay cosas escandalosas:  se reúne la OTAN en Madrid y deciden que los dos enemigos que hay son Rusia y China.  Y luego le unen la emigración.  Conozco el argumento geoestratégico e histórico, pero ¿nadie inunda la televisión y los periódicos denunciando eso?  Pero si es una maniobra burda.  Habría que empezar a provocar que saliese toda la gente a la calle como en ocasiones pasadas contra la guerra.

  • ¿Cómo y cuándo os disteis cuenta de que había familias que lo estaban pasando muy mal?
  •  En lo primero que pensamos fue en las personas mayores a los que ya les costaba salir de casa antes de la pandemia para comprar, ir al médico y a por medicinas… 
  • ¿Cómo fueron los primeros momentos de tomar la decisión d que algo había que hacer?  ¿Quiénes fuisteis, cómo lo decidisteis?  ¿Cómo os organizasteis?
  •  Lo primero es que pusimos un teléfono para recibir las necesidades de la gente.  También usamos internet para dar difusión a la idea de recoger necesidades.  Y pusimos carteles por los portales.  Así nos dimos cuenta de que las necesidades eran muy grandes:  comida, medicinas, artículos de limpieza y droguería, ropa, incluso.  La gente estaba confinada, pero much@s no tenían casi dinero porque no tenían ahorros y les pagaban poco es sus trabajo, o en sus pensiones, porque vivían al día antes del confinamiento.

Luego contactamos a la policía para avisarles de nuestras intenciones y nos facilitaron un permiso para transitar por las calles para ayudar a la gente.

  •  ¿Os ayudó la Policía con los repartos?
  • No.  Sólo nos dejaban transitar sin represalias.

Nos coordinamos un buen número de ONGs (Nota:  la lista está al inicio de la entrevista).  Éramos unas 8/9 personas en primera línea y con continuidad.  Luego había otras 8/9 en segunda línea.

La Federación de Asociaciones de Vecinos tenía una cuenta que usamos y publicitamos para recibir donaciones.  La gente fue muy generosa.

Yo era la encargada de recibir las llamadas telefónicas o los contactos por e-mail donde nos solicitaban las necesidades.  Trataba de escuchar, ser empática, explicarles que lo que hacíamos no era nada especial sino un acto normal entre vecin@s.  Luego hacía un pequeño informe y con ello íbamos decidiendo en cada momento cómo y a quién ayudábamos.  Había un grupo de gente que recogía la comida y otros productos, hacía las cestas y las llevaban a los domicilios.  Estos lo pasaron muy mal porque veían sufrir a las personas en directo y era durísimo.  Yo les escuchaba, pero no lo veía.  Quizá por eso aguanté mejor.  Aguanté 8 ó 10 horas diarias de contestar el teléfono porque nadie se sentía capaz de aguantar ese trabajo y porque sabía desde el principio por mi trabajo (Trabajadora Social) que no había que dejarse llevar por la situación.  Pero unos meses después de acabar la campaña fue cuando me vino todo y poco a poco decidí sacarlo fuera escribiendo un libro de poemas llamado “La calle si naufragas” de Editoral Isla de Delos.

(Nota:  yo no soy de poesía, no  sé apreciarla, pero … lo he comprado, leído en varias ocasiones y regalado.  Me impresiona la potencia de los sentimientos y la claridad y sencillez de los poemas.  Sinceramente, lo recomiendo mucho).

Como se ve en el gráfico, ayudamos durante el 2020 a 352 familias en las que había 750 adultos y 428 menores.  Un total de 1.178 personas.

  •  ¿Qué panorama social os encontrasteis?
  • La gente pasaba hambre, no tenía medicinas necesarias, estaban muy angustiad@s y con un gran sentimiento de soledad.  Mucha gente estaba en una situación de depresión profundísima.  No sabían dónde llamar porque las Administraciones se dieron de baja.

La mayoría de la gente que nos llamaba ya lo estaban pasando mal antes desde la crisis económica de 2008. 

Much@s no tenían historial en Servicios Sociales y, por lo tanto, no podían tener acceso a ayudas de ningún tipo. 

Otra gente nos llamaba avergonzad@ porque era la primera vez que tenían que recurrir a pedir ayuda.  Tras el confinamiento muchos habían perdido los trabajos y las ayudas por los Ingresos Mínimos Vitales tardaron mucho en llegar.  Tras el confinamiento a mucha gente empezaron a echarle a la calle directamente, a dejarla sin vivienda.

  • ¿Cuál era la actuación de la instituciones, del Ayuntamiento de Leganés en este caso?
  • No daban respuesta.  Algunas trabajadoras sociales recibían, otras no.  Había muchas barreras burocráticas (especialmente complicadas de superar para gente con poca educación o extranjeros). 

El Ayuntamiento ayudaba a algunas asociaciones:  Yuma, Manos Solidarias de Zarzaquemada, Comedor Social Paquita Gallego.  Pero a las que éramos más reivindicativas no.

  •  ¿Qué otras organizaciones os ayudaron?  ¿Hubo coordinación?
  •  Hubo buena coordinación con Cáritas, y con las asociaciones que participaron en la campaña, que fuimos muchas. 
  •  ¿Cómo valorasteis el trabajo realizado?
  •  Era un trabajo que era imprescindible hacerlo.  Nos sentimos satisfech@s.  Pensamos que ayudamos a mucha gente, que a mucha gente les resolvíamos la papeleta durante un tiempo. 
  • ¿Os sentisteis valorados?
  • No.  Por un lado, pensamos que ya no se recuerda el trabajo y esfuerzo que hicimos, aunque tampoco hicimos alardes ni nada para ningún tipo de reconocimiento.  Por otro lado, tras acabar nuestro trabajo convocamos una manifestación en la que reivindicabamos que se volviesen a abrir los servicios cerrados y dábamos difusión a las 9 medidas para garantizar la atención a las personas que no reciben ayuda.  No nos sentimos apoyados  porque a aquella manifestación no acudió mucha gente.
  •  Cuéntanos qué recuerdas de las personas a las que ayudasteis.
  •  De ellas recuerdo mucha dignidad, pero también depresión, preocupación por sus hij@s, angustia, esperanza de salir de la mala situación, agradecimiento, …
  • Cuéntanos qué os llevó a finalizar el trabajo.  Cómo os sentíais al tomar la decisión y cómo os sentisteis después.
  • Nos llevó a acabar el agotamiento mental y físico de la gente.  La gente, además, ya habían ido recuperando el trabajo.  También nos llevó a acabar la idea de que no nos había constituido como una organización que diera apoyo alimentario hasta el infinito, sino para en un momento concreto de crisis fuerte dar una respuesta a la población mientras las administraciones se organizaban .  Pero nos parecía que la Administración, más que haber utilizado el tiempo para poner medidas y recursos que dieran respuestas, se había acomodado y veían que tenían el problema resuelto y ahí nos lo dejaban para que lo resolviésemos nosotr@s.

Entonces elaboramos 9 medidas que nos parecía, a la luz de la experiencia y con lo que nos había ido diciendo la gente, eran fundamentales para la población.  Las hicimos públicas y las hicimos llegar al Ayuntamiento.

 Además, preguntamos a la gente que asistíamos si estarían dispuestos a que pasáramos sus datos a Servicios Sociales del Ayuntamiento o a Cáritas.  Con la gente que nos lo permitió hicimos una base de datos y solicitamos una entrevista con el Ayuntamiento.  El Ayuntamiento se negó a entrevistarse pero nos cogió la lista.  Con Cáritas nos vimos y se hicieron cargo de la lista. 

Luego, cada uno de los grupos de la Red de Ayuda Mutua siguió con las labores que realizaba antes del confinamiento.  Por ejemplo, en la Libre del Barrio, con la que también colaboro, hicimos el libro solidario y estuvimos, durante un par de años, dando libros a los niños.

La idea fue terminar con ese reivindicación de las 9 medidas en una manifestación. 

Aún así, también continuamos ayudando a la gente a gestionar el Ingreso Mínimo Vital porque son derechos a los que la gente no accede por su propia falta de medios y de formación.  Si tú ayudas la gente a que gestione su Ingreso Mínimo Vital le estás ayudando a que su vida mejore en muchos aspectos. 

Mira, el sentimiento más doloroso a la hora de decidir cerrar fue el conocimiento de la absoluta indefensión de la gente, de la absolutísima indefensión de la gente. 

También éramos conscientes de que esa indefensión tenía que ver con el desinterés de fondo de las administraciones que habían estado cerrando, y mantenían cerrado durante mucho tiempo o atendían con muchísimas dificultades en los espacios de atención a la población, y que no hacían o hacen el esfuerzo de llegar a la población que más necesitada está y que les pone una gran cantidad de trabas burocráticas. 

Demostrar que eres pobre es de las cosas más difíciles que he visto en esta vida.  Y si no lo demuestras no tienes ayuda. 

Luego está la situación de que muchísima gente no tiene empadronamiento y si no estás empadronado no existe la sensibilidad de que Servicios Sociales ayude a empadronarse a la gente que, por ejemplo, vive en una habitación.  Así, en conclusión, no se puede salir de la situación de necesidad en la que están.  Y nosotr@s veíamos y compartíamos ese sufrimiento.

  • ¿Y con vuestra ayuda se lograba que la gente accediese a ese empadronamiento?
  • No lo hemos conseguido nunca.  Nosotr@s estuvimos acompañando en ese procedimiento cuando recibía una trabajadora social, que la mayor parte de las veces no nos recibían.  Pedimos, incluso a la Directora General de Servicios Sociales.  Curiosamente, empadrona la Iglesia, muchas veces, en sus centros.

El problema viene porque tú puedes estar no empadronado por 2 cosas:  porque no tienes papeles, porque eres inmigrante;  o porque tienes papeles, porque eres español o porque eres extranjero y los has conseguido;  pero en ambos casos no tienes una casa donde vivir porque has perdido tu casa o porque no puedes pagar un alquiler y tienes que estar en una habitación cuyos dueños no quieren empadronarte.  Toda esa gente está acompañada de una inmensa cantidad de niños que no es posible que estudien nunca porque viven en una única habitación y no hay tranquilidad para estudiar.

El problema de la ilegalidad y de la precariedad es que, no solo vives en condiciones muy difíciles, te cierra la puerta a cualquier otro derecho que quieras conseguir.  Entonces, la gente que vive en una habitación no tiene arraigo y como no tiene padrón no pueden tener el resto de los derechos y ayudas. 

Lo que te da derecho a recibir ayudas es un nivel de corte tan bajo en el sueldo que mucha gente con no tiene derecho a recibir ayudas a pesar de que con su sueldo no puede pagar la casa y comer.   El Ingreso Mínimo Vital de dos personas que tienen 2 niños estaba en 876 en 2020 €.  ¡Pero una habitación ya valía en Leganés entre 400 y 600

  •  En todo este proceso, ¿la Administración ha aprendido algo?
  • La Administración no tiene que aprender, la Administración sabe.  Y lo que no hace no es porque no sepa, es porque no quiere.

Es imprescindible que la Administración tenga recursos, personas que ayuden y atiendan para hacer la burocracia a las personas que lo necesitan.  Ahora mismo, desde la Asociación de Vecinos Centro seguimos ayudando para que la gente pueda hacer los papeles, porque la gente sigue igual de indefensa.  Y la gente tampoco sabe realizar el papeleo de manera informática. 

La Comunidad y los Ayuntamientos no pueden dar recursos, por ejemplo, de entre  500-700 €, para que la gente pague una casa, coma, pague la luz y el agua, vaya al colegio, etc.  Con eso no se vive.   

¿Tú crees que las Administraciones no saben que esas ayudas no son suficientes y que las trabas administrativas son muy grandes?  Aunque sólo sea por la cantidad de denuncias que se hicieron en todo el país por las asociaciones que ayudaron en aquellos momentos.  Esto nos llevó a sentir la crueldad de los recursos administrativos.  No es que no lo sepan, es que eso no da votos.  Es que en plena pandemia no se abrieron los recursos municipales porque no se pusieron los medios (mamparas, mascarillas, etc.) necesarios para que se pudiera recibir a la gente que estaba pasando hambre.  Sin embargo, se gastaron miles y miles de € en poner flechitas amarillas en las aceras.  La Administración sabe.  No se trata de aprender.  ¿Tiene voluntad?  No la tiene.

¿Esto forma parte de las exigencias de la población a los grupos políticos, que si no las cumplen pueda suponer un coste político para ellos?  No forman parte. 

  • ¿Consideras que vuestro trabajo fue un ejemplo de resistencia civil noviolenta?
  • Todos los movimientos solidarios, horizontales, aquí y en Latino América, son movimientos de resistencia civil noviolenta.   Estuvimos ayudando a la gente, en las capas más necesitadas, a sobrevivir, a resistir.
  • ¿Algo más, María?
  • Sí, voy a decir una cosa.  La Iglesia ha ido apropiándose de la solidaridad, convirtiéndola en caridad.  Y la gente de izquierdas siempre nos hemos encontrado con dos problemas en estas tareas de solidaridad:  uno es creer que esto es caridad y el otro es que la solidaridad lo tiene que hacer la Administración.  Tanto uno como otro son argumentos falsos.  Yo eso quisiera decirlo. 

No es caridad porque todo movimiento horizontal, solidario, como las cajas de resistencia para hacer huelga, que eso nadie piensa que es caridad, o como la sopa comunitaria en América Latina, son movimientos que ayudan a la gente a sobrevivir, a resistir.  La caridad es la del que te da desde arriba y no reivindica nada.  Sin embargo, ayudar a la gente a conseguir sus derechos es solidaridad, es resistencia civil y no es caridad en ningún caso.

La otra, hacer que los efectos de la desatención de las administraciones y de la población en general, dejar que los efectos de la desatención y de la explotación se produzcan y caigan entre la gente explotada o desatendida porque debería hacerlo la Administración, no deja de ser incumplir tu deber de asistencia, tu deber de ayudar al prójimo, tu deber de darle una mano y compartir.  Es, pues, una excusa que te deja tranquilo pero que no es cierta.  Porque ni la Administración hace, ni tú estás tirando de las orejas a la Administración para que lo haga.  Eso quería decir.

  • Muy bien, María. Muchas gracias por todo y enhorabuena por el ejemplo y el trabajo realizado.